Edipo y la esfinge. Gustave Moreau. |
Edipo,
siendo solo un niño, fue abandonado por su padre, rey Layo de Tebas,
y condenado a morir tras la predicción del oráculo de Delfos de que
mataría a su padre y se casaría con su madre. Un pastor le rescató
de su muerte y en secreto entregó al niño al rey Pólibo de
Corinto, que lo aceptaría como heredero, pues no había tenido
descendencia y le impacientaba la idea de no encontrar un
primogénito. El rey Pólibo mantuvo en secreto la verdadera
procedencia de Edipo, afirmando siempre que éste era su hijo, y fue
el mismo el que le bautizó con el nombre de Edipo. 20 años vivió
el joven Edipo siendo considerado por su pueblo como un digno
sucesor, sin embargo, no dejaba de inquietarle el pensamiento de no
tener ningún parecido físico con su padre, ni tampoco en su
comportamiento. Y como no hayó respuesta convincente al preguntarle
a su progenitor, decidió viajar, y visitar al oráculo de Delfos.
Allí se le desveló su cruel destino, el mismo que fue causa de su
abandono.
Edipo
decidió entonces no volver jamás a Corinto, temeroso de causarle la
muerte a su padre. Haciendo esto, mató a un peregrino que se le
cruzó por el camino. En su huida, el destino quiso que Edipo se
dirigiese a Tebas. Pero hubo un obstáculo: el joven tuvo que
enfrentarse a la Esfinge, a la que derrotó utilizando su astucia.
Así
fue como Edipo rescató al pueblo de Tebas de la bestia y éste fue
el motivo por el que fue proclamado nuevo rey de Tebas, pues el
antiguo rey había muerto. Durante 10 años tuvo un espléndido
reinado, hasta que llegó a Tebas la peste negra. El rey Edipo,
queriendo salvar a su pueblo, pidió ayuda al adivino Tiresias, que
le advirtió de que no habría paz en su reino hasta que no se
conociese el nombre del asesino del antiguo rey Layo de Tebas. De
esta forma, llegó a palacio, obligado por los súbditos del rey, un
hombre que relató a Edipo la lucha que presenció a escondidas entre
el rey Layo y el propio Edipo, que luego ocupó su lugar en el trono.
Entonces
la reina Yocasta comprendió lo que había sucedido, y que el que
creía su esposo era, en realidad, su hijo. Y saturada de tristeza,
se quitó la vida. Y Edipo, por su parte, decidió cegarse para no
ver el desastre que había provocado.
Esta
fue la historia de Edipo, marcada por un destino terrible que no pudo
evitar, a pesar de haberlo intentado. Siendo así, entendió que la
voluntad de los dioses manejaba a los mortales utilizando los más
nobles sentimientos humanos.
-REALIZADO POR:
Beatriz Muñoz Ruiz
Elisabeth Martínez Ruiz
Conchi Curiel Egea
Rosa López de Ahumada Ranchal
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