Tras ocho años de guerra en la Galia,
Julio César acorrala al enemigo en una batalla final en Alesia. A
pesar de que el general romano no esperaba los más de cien mil
refuerzos galos, consiguió la victoria enviando a su caballería por
la retaguardia.
La victoria del ejército romano supuso
el comienzo de la revolución, pues una vez conquistada la Galia,
César, impulsado por sus pensamientos políticos, fijó su objetivo
en llevar a cabo un cambio político en el sistema democrático
republicano de Roma.
En el año 52 a.C. Se hizo popular
entre la plebe la propuesta de César de restituir la ciudad. Al
Senado le preocupaba que el general regresara a Roma sin licenciar
antes su ejército, especialmente a Catón, a quien inquietaba la
ambición de César por el poder y el dinero. Así pues, el jefe del
senado, Marcelo, y Catón, intentaron persuadir a Pompeyo (que fue el
general más triunfador de Roma) para combatir en contra de Julio
César que había sido amigo y aliado político suyo. Finalmente,
este accedió a hacerlo tras ser comprado con legiones.
Catón envió un mensaje de propuesta a
Lavieno (lugarteniente de César) y al propio Césarpara que
abandonase su ejército.César aseguró que no buscaba una guerra
civil, para cuando entonces (año 50 a.C.) Pompeyo accedió a luchar
en su contra.
Ese mismo invierno, César y su
ejército se congregaron a orillas del río Rubicón, situado en la
frontera con Roma, donde debía licenciar su ejército. Sin embargo
César decidió seguir adelante, fue entonces cuando pronunció la
famosa frase “alea iacta est” o “la suerte está echada” en
castellano. Las tropas de César avanzaron hacia el sur con gran
rapidez y el 17 de enero del 49 a.C. llegan a Roma. Para sorpresa del
ejército la ciudad ha sido abandonada, pues Pompeyo había decidido
huir a Grecia y buscar aliados antes de luchar en una batalla contra
César.
César decide entonces ir a Hispania,
para luchar contra los posibles aliados de Pompeyo, adelantándose a
los movimientos de este. Allí, se produjo una amotinación por parte
de los cuatro mil soldados de César a quienes este había prometido
riquezas que no llegaban. La solución que impuso el general fue la
de diezmar su legión.
César planea volver a Roma y
sorprender a Pompeyo en la ciudad de Dirrachio, donde obtuvo la
derrota, pues el ejército de Pompeyo le ganaba en número.
Mientras tanto, César y sus soldados
se debilitaban a falta de provisiones.
Julio César intentó forzar a Pompeyo
a luchar en Farsalia y este respondió ya que se encontraba bajo la
presión del Senado. Pompeyo utilizó la táctica de enviar su
caballería al lado derecho del bando enemigo y César, que advirtió
el ataque, embistió contra ellos enviando una parte de sus soldados
a ocuparse de los jinetes enemigos.
Finalmente, César obruvo la victoria
en Farsalia y se autonombró cónsul vitalicio en Roma. Tras cuatro
años de mandato, hubo una conspiración en su contra y fue
asesinado. Comenzaba la era de los emperadores en Roma.
-REALIZADO POR:
Beatriz Muñoz Ruiz
Elisabeth Martínez Ruiz
Conchi Curiel Egea
Rosa López de Ahumada Ranchal
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