Hades es el guardián de la muerte aquel que gobierna en el inframundo,
y, por tanto, hablaremos de todos los mitos relacionados con este lugar
de descanso de las almas. En un principio, el dios Hades observó a
Perséfone recogiendo flores en el prado y quiso arrastrarla consigo para
convertirla en su reina. Mientras tanto, en el mundo terrenal, la madre
de Perséfone (Demeter, diosa de las cosechas) vagó por el mundo en su
busca olvidando dar la fertilidad a la tierra. El mundo pasó a ser un
invierno eterno. El resto de dioses rogaron a Hades que este devolviese
a Perséfone, y con ella, las tierras fértiles. Pero el dios del más
allá, que era muy sabio, pensó que si daba de comer a Perséfone del
inframundo esta se quedaría junto a él.
Perséfone aceptó el bocado de semillas de granada que el dios Hades le
ofreció. De esta forma, sella su destino de pasar 3 meses al año en el
inframundo (un mes por cada semilla qué comió). Los días que Perséfone
pasó junto a su madre regresaron la primavera y el verano.
Hades gobierna un universo oscuro y lúgubre, y fue un dios temido por
los griegos, pero no siempre fue así: Hades era hijo de Cronos, a
este último llegó a sus oídos una profecía que decía que alguien
mataría a uno de sus hijos. Cronos quiso asegurarse de que esto no
ocurriese y decidió comerse a sus hijos uno a uno. Como todos ellos no
eran del todo mortales consiguieron sobrevivir dentro del estómago de su
padre, incluso uno de ellos ,Zeus, lograría escapar y volver para
liberar a sus hermanos. Más tarde todos ellos (los dioses olímpicos)
regresaron para vengarse de él en una batalla por el poder del universo.
Finalmente los dioses olímpicos ganan la lucha y entre los tres varones
se dividen el universo , tarea que dejaron a elección del azar. A
Poseidón le tocarían los mares y a Zeus los cielos (sería pues, dios de
dioses). Hades no tendría tanta suerte y le tocaría gobernar el lugar
de los encuentros, el submundo.
Pero, ¿qué les pasaba a aquellos que abandonaban la vida terrenal? unos
descansaban en los campos de Asfódelos, otros en las islas de los
bendecidos, un lugar parecido al paraíso y, los que habían ofendido a
los dioses estaban destinados al Tártaro. Los espíritus rechazados eran
devueltos para atormentar a los vivos. Hades convirtió del inframundo su
reino y organizó una cuadrilla para reforzar la guardia sobre las almas
muertas ( el Cancerbero vigilaría las puertas y el barquero Caronte
transportaría las almas cruzando la laguna Estigia).
Pero aún así hubo quien se atrevió a desafiar al rey del más allá: fue
el caso de Sísifo, qué quiso persuadir a Perséfone de que su esposa lo
había traicionado en el final de sus días. La reina Perséfone se
compadeció de él y le dio permiso para regresar y castigar a su esposa,
pero Sísifo no tenía intenciones de volver al inframundo. Hades se
vengó arrastrando de nuevo a Sísifo a su reino y le impuso como castigo
empujar una roca enorme a la cima de una montaña en el Tártaro y cada
día al terminar vería la roca rodar de nuevo cuesta abajo durante el
resto de la eternidad. Con este mito los griegos aprendieron que nadie
puede engañar a la muerte.
Pero a pesar de esto algunos siguieron intentando burlar su destino como
ocurrió con el músico Orfeo: Orfeo sólo tenía algo que amaba más que a
la música, era su amada Eurídice. Esta un día se vio acorralada por
Sátiro, cayó por accidente a un nido de serpientes venenosas e
inmediatamente murió. Orfeo decidió bajar al inframundo y usó su música
para pagar a Caronte, dormir al Cancerbero y persuadir a Hades.
Finalmente consiguió que este le diese una última oportunidad: podría
llevarse de vuelta a Eurídice si no se giraba para mirarla en el camino,
pero hacia el final Orfeo comenzó a dudar y se giró. Inmediatamente
Eurídice cayó a las profundidades. Con este mito los griegos aprendieron
que ningún mortal podía ser plenamente feliz.
El fin del Hades llega con el regreso de Jesús en el juicio final en el
que guiará a todas las almas al paraíso convirtiéndose en el nuevo
Salvador. Finalmente, Hades es arrojado al lago de fuego y asume su
destino como un alma más.
-REALIZADO POR:
Beatriz Muñoz Ruiz
Elisabeth Martínez Ruiz
Conchi Curiel Egea
Rosa López de Ahumada Ranchal
me encanto este mito , muchas gracias :)
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